La consecuencia más importante que debe resultar de la declaración de estado de catástrofe para todo el territorio nacional, es el quiebre de la curva ascendente de personas contagiadas.
Aún no sabemos como se comportarán los días que vienen, pero si en las 12 horas de ayer, desde 9 de la mañana hasta las 21:00 horas, se confirmaron 38 casos, razonablemente se puede estimar que mañana a las 10:00 AM, cuando se haga un punto de prensa para informar del avance del virus, podrían ser cerca de 100 personas.
Recién la próxima semana, se podrá notar si esa curva comienza a descender o por lo menos no vaya a aumentar. Digo la próxima semana, pues ya estaremos con una semana de suspensión de clases. Si ello sucede, es más que probable que con el confinamiento voluntario y obligado de las personas que han sido enviadas a sus domicilios, podamos pensar que podemos detener el virus.
Se hace notar que la detención no debe ser de un solo día, sino que permanente.
Tenemos claro, que no se eliminará el virus, pero el gran objetivo es que muchas personas no se encuentren contagiadas al mismo tiempo, y de manera especial que no se contagien los adultos mayores.
Si vamos muy lento en el contagio, se tendrá el tiempo suficiente, y también los recursos para una buena atención para todos, y además el tiempo para esperar que en algún lugar del planeta se encuentre alguna vacuna.
Estamos viviendo en tiempo de emergencias. Esta enfermedad puede generar daños personales y económicos mas importantes que el terremoto del 2010, y ello es muy importante, pues cuando pase el Invierno, se deberá nuevamente reconstruir gran parte de la economía nacional, además del espirítu de los chilenos.Que nos encontremos acostumbrados a enfrentar desastres, no significa que no se sienta el dolor, lo que en realidad significa es que, tenemos el temple necesario para pararnos seguir adelante.
editor
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