domingo, 3 de abril de 2016

Lo cierto es que muchos saben lo que es correcto,

pero son mucho menos lo que aplican los procedimientos correctos.
Saber lo que es correcto y luego aplicarlo, son dos cosas muy diferentes.
Un ejemplo muy sencillo, sé que tengo que respetar la ley de copropiedad inmobiliara al administrar un condominio, y también respetar las normas de su reglamento de copropiedad, pero no aplico sus normas, sino más bién la experiencia que creo que es mejor. 
Cuales serán los resultados??
Pésimos para todos, por supuesto.
Si para arrendar un espacio comun del condominio, la ley me indica que se debe efectuar luego de un acuerdo de una Asamblea Extraordinaria, y el arriendo se realiza sin dicho acuerdo, y peor aún sin dicha asamblea, ¿que puede suceder?
Que cualquier persona interesada, puede presentar una denuncia en el JPL, y se debe anular lo obrado, con el consiguiente daño que puede causar.
Sé que los deudores de gastos comunes no pueden votar, pero sí que tienen derecho a voz, pero, no lo dejó ni siquiera ingresar a la asamblea.
Sé que se deben mejorar los procedimientos de trabajo, pero no hago nada al respecto. Con esa situación, ¿se podrá mejorar algo.?
Tengo que contratar la confección del Plan de Emergencias, pero la desición la voy postergando día a día, mes tras mes, ¿quien asume el riesgo si ocurre un incendio por ejemplo, o un terremoto.?
Por cierto, existen muchas situaciones en que sabemos lo que se debe hacer y cómo hacerlo, sabemos como hacer el trabajo en foma correcta, pero no lo aplicamos en la realidad, por las circunstancias que fuere, pero no lo aplicamos. 
Lo claro entonces es que se deben aplicar las normas y los procedimientos.
Las normas están: ley de copropoedad, reglamento de copropiedad, normas labores, previsionales, de seguros, etc. etc., y por supuestos normas de la propia Constitución.
Pero ¿están los procedimientos?
Son -por decirlo de alguna manera-  el vehículo en que las normas se aplican a la realidad.

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