viernes, 18 de febrero de 2005

Leer y entender

En la oportunidad que debí rendir la prueba para obtener el nombramiento de Corredor de Seguros por la Superintendencia de Valores y Seguros, nos encontrábamos en la sala mas de cuarenta personas, si mal no recuerdo había que contestar en forma correcta unas 25 de las 32 ó 34 preguntas que completaban el exámen. Casí todas eran de alternativas. Solamente aprobamos como cuatro personas, y el exámen no era dificil, pues se referia a materia que cada uno debió haber leído. ¿Cúal era la diferencia entre una y otra respuesta alternativa? En muchos casos solamente la puntuación, la redacción o el cambio de una palabra, imagine la misma respuesta con distinta puntuación. Lo que quiero expresar dice relación con la atención que debe prestarse al leer. Nuestra mente al pensar, no lo hacer con los signos de puntuación, y sin embargo, existen algunos estilos de literatura que escriben de esa forma. Pero desgraciadamente la mayor cantidad o todo derechamente, del material que un administrador debe utilizar o debe leer, se encuentra estructurado con normas gramaticales, de ortografía y de puntuación que hay que saber leer. Un punto aparte es un punto aparte, es distinto de un punto seguido o dos puntos o una coma. Y los acentos, los signos de interrogación o exclamación. Todos ellos hay que leerlos. Un buen ejercicio -y hermoso además- es leer poesia, a Neruda por ejemplo, lean la Oda al Pan, hermosa y profunda. Espero algún día referirme a ella. También a Gabriela. Gabriela Mistral. Hermosa poesía. Me recuerdo cuando leí La Ciudad y los Perros ó Los Jefes, de Mario Vargas Llosa, un cuento muy bueno, de un gran escritor. Una cosa es leerlo y otra entender cuál es el problema de fondo que se presenta. En mi época estudiantil estuve un año, en Pedagogía en Castellano. Me leí casí toda la literatura latinoamericana. Me leí también a varios autores mexicanos excelentes. Recuerdo además, cuando para una prueba debí leer la Iliada y la Odisea, sabiendo que de cada libro iban a hacer solamente una pregunta. Volvamos a nuestro tema. Sin embargo, es relativamente fácil leer poesía, para la persona que le gusta. Pero leer libros técnicos o códigos, la cosa cambia. Es literatura pesada, cansadora. Los Administradores deben leer las leyes y otras normas legales que regulan la actividad, y que son muchas, no solamente le ley de Copropiedad, su Decreto Supremo Reglamentario, el Reglamento del Condominio, sino todas las normas legales, laborales, tributarias, previsionales y jurisprudencia atingente, que en alguna medidad afectan la marcha de la comunidad. Además por cierto, todo tipo de literatura que pueda proporcinarles mas y mejores conocimientos sobre su actividad. En definitiva, hay que saber leer, y no solamente para entender correctamente lo que se lee, sino que -más importante aún- para comunicar bien las ideas que se quieran transmitir.

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