Costo de los desastres

En Chile en forma recurrente estamos enfrentando situaciones de emergencias que además de todas las pérdidas humanas dejan enormes daños materiales.

Veamos un poco.

El ultimo terremoto dejó daños estimados en 30 mil millones de dólares. Las heladas dejaron daños inmensos en la agricultura, lo mismo con las intensas nevadas de Aysen. Las lluvias ahora estan provocando daños en el sur del país.

Un poco más atrás, la destrucción de la ciudad de Chaitén, el terremoto de Tocopilla del año 2007, el anterior terremoto del Norte en el año 2005.

Más atrás aún el terremoto del año 1985 en la zona central, el de Valdivia, el de Chillán, el de Valparaíso en 1906 y otros grandes desastres que han originado enormes daños materiales.

El país en forma permanente debe destinar grandes sumas de dinero a reparar o reconstruir los daños que han sido ocasionados por las situaciones de emergencias.

Entonces esa circunstancia debiera tenerse en mente al momento de desarrollar el Presupuesto de la Nación, y pienso que así debe ser.

Veamoslo desde otro punto de vista. hasta hace pocos años se indicaba que el país tenía ahorros por unos 30 mil millones de dólares en el extranjero, dinero ahorrado a través de varios años y fruto del crecimiento del país. Entonces todo ese ahorro es semejante a lo que se invertiría en la reconstrucción post terremoto. Sé que ese dinero ya no existe en esa cantidad pero lo indiqué solamente a modo de ejemplo.

Ahora bién, cuánto se ha dejado de crecer por tener que financiar toda está cantidad de desastres que debemos enfrentar cada cierto tiempo, y que por supuesto se seguirán enfrentando. Creo que debe ser bastante.

Considerando lo anterior, y teniendo presente que en un desastre toda la población puede sufrir pérdidas materiales, debiera tambien tenerse más conciencia o cultura de desastres a objeto que en la construcción de una vivienda, un edificio, un puerto, un hospital, un centro de estudios, una carretera y en fin en toda clase de construcción se analizara además de la resistencia sismica de la propia construcción, el lugar en que se ubique, si genera o no una vulnerabilidad con ello.

Cuando las estructuras ya están construídas poco se puede hacer salvo reconocer el error cometido y perder la inversión, y francamente creo que no estamos para darnos ese gusto.

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