Faltan pocos días para que la Comisión Investigadora de Desastres Naturales entregue su Informe acerca de las responsabilidades de las diferentes autoridades en el manejo del terremoto y posterior maremoto del pasado 27F.
Llegado a esta instancia, la Comisión se encuentra consensuando a que autoridades le determina responsabilidades por su actuar en la madrugada del 27 de Febrero y días posteriores.
Me llama la atención que incluso en éste trabajo, que sin duda ha sido manejado en forma seria por la señalada comisión, se llegue ahora a consensuar responsabilidades teniendo al parecer en mente las consecuencias politicas que aquello podría acarrear.
Muchas personas pudieron salvarse, incluso niños, si todos hubieran actuado de acuerdo a sus cargos y responsabilidades.
Las madres, padres, hijos, hermanos, y demás familiares que perdieron a sus seres queridos esa trágica madrugada no entenderán que no se asuman responsabilidades en todos los niveles.
El mundo entero fué testigo de lo que se hizo o no se hizo esa madrugada y sería un error hacernos creer que no se cometieron desaciertos, mal manejo e incluso negligencias en el actuar.
Espero que en la fecha que se entregue ese Informe, el país también sienta orgullo de los parlamentarios que trabajaron en la Comisión Investigadora de Desastres Naturales, y que al menos en lo referente a los familiares de los fallecidos, sientan ellos que en alguna medida se ha hecho un poco de justicia, al señalarles responsabilidad, ya que ninguno a asumido esa responsabilidad. La única autoridad de la época que ha asumido responsabilidad es el ex director del SHOA, que asumió directamente la responsabilidad de bajar la Alerta del maremoto.
Esperemos entonces que el Informe satisfaga las aspiraciones justas de los chilenos de conocer la verdad sobre dichas actuaciones.
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