En varias oportunidades he escrito acerca de la planificación que se debe efectuar a objeto de evitar la ocurrencia de incendios forestales, y por cierto que aquí deseo insistir.
Cuando se analiza un gran incendio, se ve que se han quemado grandes cantidades de bosques generando con ello un grave daño medioambiental; también esta el tema económico, pues los gastos para el combate son bastantes elevados y finalmente el riesgo de las personas que trabajan en ese combate.
Pero existe un riesgo adicional y muy serio, provocado por el calor generado por el propio incendio que por supuesto aumenta la temperatura y por el humo y cenizas del incendio, que muchas veces llega a las ciudades.
Con la ocurrencia de estos dos últimos factores, que genera como se ha indicado, un aumento de las temperaturas ya elevadas, es posible la ocurrencia de fallecimientos en las ciudades, especialmente de personas adultas y un ejemplo claro es lo sucedido en Rusia, en donde con las altas temperaturas se ha podido determinar un importante aumento de fallecimientos.
Seguramente a muchas personas les habrá llamado la atención de las temperaturas que hemos tenido en estos días, pero si la situación de prolonga y logicamente las temperaturas aumentan con la llegada del Verano, la situación para muchos ya no será tan agradable.
Entonces hay que tener cuidado con la ocurrencia de los incendios forestales, pues con las temperaturas que se pueden esperar en el Verano ya tendremos suficiente, y no será nada bueno agravar esa situación con el calor y humo generado por esos incendios forestales.
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