¿Un Gasto o una Inversión?

Los recursos financieros, técnicos y humanos destinados a la prevención de situaciones de emergencias ¿corresponden a un gasto o a una inversión?

Con la respuesta a ésta interrogante es posible determinar el grado de compromiso que tenemos con la materia señalada, la prevención de situaciones de emergencias.

Efectivamente, si consideramos que todos los recursos aportados a dicho trabajo es un gasto, evidentemente los recursos destinados para ese fin, serán solamente recursos tanto financieros, técnicos como humanos, residuales, es decir, en otras palabras, tratar de cumplir -en el mejor de los casos- solamente con la normativa vigente y ya.

Sin embargo, si se considera el trabajo de protección como una inversión, los recursos destinados a ese trabajo ya no serán residuales, pues existirá el convencimiento íntimo de los encargados, que no solamente se están protegiendo bienes económicos, sino lo más importante, vidas humanas.

Entre el tratamiento de ambas respuestas existe por supuesto un abismo de diferencias, no solamente considerados ellos en términos económicos, sino más bien, en terminos de conceptualización, de internalización de la responsabilidad que se tiene respecto a la protección de las personas y de los bienes económicos que pudieren verse afectados.

El trabajo de planificar la forma en que se enfrentarán situaciones de emergencias, por supuesto que no se ve en todo momento, lo más visible tal vez pueda ser el desarrollo de un simulacro, pero llegado el momento de enfrentar una emergencia, quienes hayan invertido tiempo y recursos económicos en planificar esos momentos, con seguridad podrán tener un resultado más favorable, que quienes solamente cumplieron con la ley, como un requisito más.

Y esa planificación puede resultar por cierto, en que vidas humanas puedan salvarse.

La respuesta, por cierto, no la debe buscar el lector en otros lados, sino el el propio trabajo personal, en su fuero íntimo, atendida la circunstancia que llegado el momento de una emergencia, uno es responsable en primer lugar de su propia vida, la de su familia y la de sus vecinos.

La ayuda externa llegará, pero ello ocurrirá luego que transcurran minutos valiosos -quizás horas, dependiendo de la envergadura de la emergencia- en que cada uno debe depender de sus propias acciones.

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