lunes, 3 de febrero de 2020

Y se van a cumplir 10 años

Efectivamente, dentro de algunas semanas, ya se cumplirán 10 años desde el terremoto del 27 de Febrero del 2010.
Parece que fue ayer, pero ya pasaron 10 años.
En el intertanto, se han sucedido centenares de situaciones de emergencias algunas muy graves, como los terremotos y aluviones del norte chico, los incendios forestales del año 2017, el incendio poblacional de Valparaíso del año 2014, las contaminaciones de Quintero y Puchuncaví, incendios industriales, accidentes aéreos, olas de calor, las lluvias y aluviones del altiplano.
La sequía que tiene a prácticamente todo el país, pendiente de las lluvias del próximo invierno, porque si no llueve, la escasez de agua que ya es dramática, se puede volver inmanejable, y el próximo Verano podríamos estar sufriendo de racionamiento de agua potable, y eventualmente de electricidad.
Lo único que se debe tener certeza es que todas las situaciones se volverán a repetir en algún momento, también se conocerán otras emergencias, como la que se está presentando con el coronavirus en estos precisos momentos.
La lección que podemos rescatar del 27F, nos indica que todos los días debemos estar preparados para enfrentar un terremoto importante y no dejar que sea la suerte quien nos acompañe en esos momentos. La preparación es indispensable, comenzando por cada familia, cada hogar.
Estar preparados es importante.
En el caso de nuestra materia de los condominios, y producto de la experiencia en el desarrollo de mas de un centenar de Planes de Emergencias, creo que falta conocimiento y capacitación, tanto en los integrantes del comité de administración como en los administradores.
El Plan de Emergencias NO se confecciona para cumplir con una exigencia legal, es una planificación para conocer la manera de como estamos preparados para enfrentar una emergencia, que a veces puede sobreponerse en algunas horas o días, pero que en otras puede tardar mas que eso.
Un ejemplo sencillo, una torre de apenas unos 15 pisos que no tenga un generador de electricidad que provea de energía al o los ascensores. las personas de los pisos inferiores no sentirán esa falta de los ascensores, pero no así aquellas personas de los últimos pisos. 
Y, si no se tiene electricidad, tampoco se tendrá agua potable.
Y, se pueden seguir enumerando las dificultades de la falta de electricidad.
Ahora bien, si se debe evacuar el edificio ¿están bién las vías de evacuación? ¿existe señalización?
Cada día que pasa, es un día menos para que enfrentemos un nuevo terremoto, ojalá no tan severo como el del año 2010, pero tampoco nos puede encontrar tan desprevenidos,
editor  
 
 

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