domingo, 22 de marzo de 2015

Una necesidad latente

Si el amable lector se pone a reflexionar algunos instantes acerca de las variadas situaciones de emergencias que se escuentra atravesando el país, podrá apreciar que son de diversa indole, y algunas de ellas desastrosas, aún cuando los efectos no se puedan ver de la forma en que se aprecian cuando ocurre un terremoto o un maremoto.
Veanos solamente la sequía que enfrentan centenares de comunas. Los efectos en algunas de ellas -para sus habitantes- son francamente las de un verdadero desastre, que en el futuro cercano no tienen por donde ni cómo sobrepasar.
La pérdida de cosechas, de tierras, de animales, de napas subterráneas, hacen practicvamente la vida imposible en esas zonas afectadas. No tienen agua ni siquiera para su consumo diario.
Del desarrollo de la actividad agricola, en las zonas afectadas, lo que se puede decir es mucho, pero solamente del estado calamitoso en que la falta de agua los tiene sumidos.
Los incendios forestales, otro desastre que se está desarrollando y mostrando por las pantallas de TV, frente a nuestros ojos, viendo todo el país como se consumen miserablemente miles de hectáreas de nuestros bosques, algunos de ellos, de especies centenarias.
Hace aproximadamente unos siete años, en una presentación de un software sobre protección civil, en una instalación del Ejercito, señalé que debieran adquirisre aviones contra el combate de incendios, en lugar de algunos de combate.    
En esa época les comentaba que el combate contra el fuego sería una de las guerras que debieran enfrentar en un futuro cercano. Futuro que al parecer ya ha llegado.
Desafortunadamente los incendios forestales seguirán año tras año.
Cuántos desastres de ésta naturaleza se producen año tras año en nuestro país??. Centenares.
Los terremotos. Son las emergencias que más impresionan a la población, ya que en donde se producen, todos lo siente de inmediato, y a medida que avanzan las ondas sismicas, lo sientes en otras regiones. El páis ha enfrentado terremotos importantes, entre ellos el de mayor magnitud registrado por el hombre, 9.5 Richter en la ciudad de Valdivia.
Las olas de calor, que en muchas ciudades no la afrontan como una situación de emergencia, siendo que sí lo es, y puede afectar de forma importante a la salud de la población. Debe recordarse las miles de  muertes, que las altas temperaturas han ocasionado en varias ciudades de Europa por ejemplo, hace ya algunos años.
Los derrames de combustible al mar. Ojalá nunca el país deba enfrentar un desastre como el Prestige o como el Exxon Valdez, porque derechamente el país no esta preparado para enfrentar una situacion de esa naturaleza.
Efectúo estos comentarios en atención a que disponemos de buenos software que pueden colaborar con el trabajo de planificación de la forma en que se pueden enfrentar las situaciones de emergencias, tanto para municipalidades, empresas de cualquir naturaleza y condominios.
El Plan de Emegencias, no es un trabajo final. En el comienzo de todos aquellos que se deben realizar para estar preparados y sobrepasar con una relativa sensación de seguridad, alguna emergencia.
Al menos, lo mínimo en que le va a ayudar es en disminuir la probabilidad de actuar en forma improvisada.
Si desea conocer mayores antecedentes de nuestros software, puede escribir a: editor@eladministrador.cl
editor  

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