Los hechos que han ocurrido en el último tiempo nos deben llevar a meditar sobre lo que esta ocurriendo con nuestro querido y único planeta que tenemos para vivir.
Todos los terremotos, maremotos, erupciones volcanicas, lluvias intensas, grandes sequías, tiene su origen en la naturaleza y en ellas afortunadamente no existen indicios de la mano del hombre, lo señalo no por deconocimiento sino por las consecuencias que ello acarrearian si fuera así.
Pero ahora tenemos el drámatico derrame de petróleo que esta ocurriendo en el golfo de México y que va a afectar de una manera importante el medio ambiente de varios estados norteamericanos, y aquí si existe la intervención del hombre.
Esta situación comenzó con un incendio en una plataforma petrolera que luego se hundió, (no se ha sabido de alguna noticia de todos los trabajadores desaparecidos durante el incendio y hundimiento) y que ya ha generado un daño similar al ocasionado en Alaska por la nave petrolera Exxon Valdez, en el año 1989 y cuyos daños aún perduran.
Es indudable que los daños al medioamenbiente, a los habitantes de esas costas, al turismo y en general a la economía de esas regiones serán muy graves con lo ocurrido hasta el día de hoy. Si el derrame continua por varios días de la misma forma, con seguridad se va a convertir en el peor derrame de la historia, superado solamente por el ocasionado voluntariamente durante la guerra del golfo.
No cabe duda que se debe estar trabajando intensamente para evitar un daño mayor, pero nuevamente aparece la circunstancia importantisima en todo desastre que es la la actuación en el momento oportuno. Para ser honesto no sé si se hubiera actuado con celeridad desde el primer minuto hubiera evitado el derrame primero y luego el desplazamiento de la marea negra, pero ciertamente, hubiera entregado la sensación de una preocupación mayor por la emergencia.
Como el Katrina de Obama, -en alusión a la actuación del ex Presidente Bush durante el huracán Katrina- esta siendo conocida esta emergencia, pero también se debe recordar el caso del submarino sovietico Kursk, en donde el Presidente, que en momentos del accidente estaba de vacaciones, no se hizo presente hasta varios días después. Ese Presidente aprendió la lección de inmediato, pues en otra emergencia, esta vez de un incendio, se presentó de inmediato a adoptar las decisiones del caso.
En una emergencias lo relevante por cierto es, en primer lugar ponerse en el peor escenario y luego actuar como si fuera a ocurrir. Puede ser que las medidas que se puedan adoptar sean desproporcionadas al inicio de la emergencia, pero también puede ser que esas medidas detengan una catástrofe ambiental, como es el caso comentado.
Pero para todo ello, obviamente se tiene que estar preparado en forma permanente.
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