sábado, 8 de mayo de 2010

En la planificación está la solución

Resultan desalentadoras y dolorosas todas las situaciones que se conocen en forma diaria referida a la forma de como se ha enfrentado el terremoto y posterior maremoto por autoridades y entidades públicas.

He comentado en innumerables entradas que la improvisiación solo aumenta la certeza del fracaso, y al parecer las actuaciones que todo el país ha conocido, le otorga validez a dicha afirmación.

Existe el concepto de Hospital Seguro, que nos indica que dichas instalaciones deben seguir funcionando en forma normal luego de ocurrida un desastre, lo comento solamente para graficar dicho concepto con lo conocido a traves de las imagenes conocidas del video grabado en las horas posteriores al terremoto del 27 de Febrero.

Muchas personas -y creo con razón- se han escandalizado de la precariedad absoluta con que se enfrentó las primeras horas de la emergencia, sin comunicaciones, sin medios de transporte, sin desiciones, al parecer sin nada de nada.

En un país como Chile, no debiera nunca haber ocurrido dicha situación. Simplemente porque todos estamos ciento por ciento seguros que vivimos en un país sísmico y que terremotos de la magnitud 8.8° Richter ocurrido en Febrero y por cierto superiores como el de Valdivia en el año 1960, seguiran ocurriendo cada cierta cantidad de años en nuestro país.

Entonces nuestras organizaciones deben estar preparadas para enfrentar emergencias de esa magnitud, estar preparadas para los peores escenarios, pero lastimosamente parece que no lo estaban, ni de lejos.

En la planificación se encuentra la solución del problema, pero no en una planificación de forma centralizada, sino que ella se desarrolle en las mismas comunas y de allí subir a niveles superiores, como provincias y regiones.

Esa forma de trabajar es exigente pues en las comunas se debera contar con personal desarrollando y revisando en forma permanente sus planes de emergencias, y luego tener una supervisión a nivel nacional.

Pero antes de seguir, una acotación, este no debe ser un trabajo para las personas encargadas, más bien debe ser una pasión. Esas personas deben saber que estan trabajando para que cuando ocurra una situación de emergencia, su trabajo permita salvar vidas y bienes. Si se desarrolla solamente como un trabajo administrativo más, seguiremos con la misma situación, se gastarán más recursos y se tendrán los mismos resultados.

Resulta doloroso que hoy luego que se han perdido cientos de vidas humanas, recién se le esté tomando la verdadera importancia que tiene el trabajo de planificar la forma de como se enfrentarán las situaciones de emergencias con una relativa expectativa de éxito.

Si luego del desastre se debe constituír una Comisión Investigadora en la H. Cámara de Diputados, para conocer las actuaciones de cada quién, quiere decir por supuesto que las cosas no estaban para nada bién, y todo el país y todos sus millones de habitantes estabamos expuesto a esa triste realidad, espero solamente que hoy ello haya cambiado.

Pero no deja de resultar doloroso y desalentador.

Sobre todo para quienes por causa de la improvisación perdieron a sus seres queridos.

editor

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