Si usted es un empleador debe implantar uno de los dos Reglamentos Internos siguientes:
1. Reglamento Interno de Higiene y Seguridad, si tiene contratado 1 y hasta 9 trabajadores ó
2.. Reglamento Interno de Orden, Higiene y Seguridad, si tiene contratado 10 o más trabajadores.
Ahora bien, en muchas ocasiones no se vislumbra claramente la importancia de estos documentos, y ello es posible apreciarlo cuando incluso se copia un Reglamento Interno de otra empresa y se le pone el que se desea. Grave error.
Si bien es cierto, con ello es posible evitar una eventual sanción administrativa por no tener implementado el Reglamento Interno, la actuación de copiar el documento, denota un desconocimiento enorme de la verdadera importancia del documento, cual es, brindar a la empresa de una cierta protección legal.
Es cierto que se evita la multa pero la consulta es ¿el empleador sabrá la importancia del Reglamento? Si solamente se ha dedicado a copiar un documento, con seguridad no lo sabe.
El Reglamento Interno no solamente tiene un objetivo, sino que varios, en el aspecto legal, y ellos son el cumplir la obligación de implantarlo, cumplir con la obligación de informar los riesgos del trabajo, (una situación de lo más importante de definir cuando se produce un accidente del trabajo) y principalmente que el empleador conozca la importancia de las leyes laborales que se esta tratando en el Reglamento Interno.
En éste comentario me referiré solamente a la obligación de informar los riesgos del trabajo, obligación establecida en el Decreto 40, que señala que se debe informar, cuándo y cómo.
En el caso de ocurrir un accidente del trabajo con consecuencia fatales, o que impliquen una demanda en contra, lo primero que se solicitará en tribunales, será el Reglamento Interno, es un punto de partida para verificar el cumplimiento de las obligaciones laborales respecto a la protección de la vida y salud de los tabajadores. Luego se solicitará que se acredite que el empleador informó al trabajador de los riesgos que implicaban su trabajo, si ello no es posible acreditarlo, será muy difícil para el empleador remontar la demanda.
Ni siquiera hablemos de una actuación negligente del trabajador, y aún cuando así fuera, de todas formas la obligación de proteger la vida y la salud del trabajador sigue siendo del empleador.
Si no es posible acreditar que se le informó al trabajador de los riesgos que implicaba su trabajo, con toda seguridad, el empleador deberá asumir las consecuencias de la demanda, y en ese momento podrá captar la real importancia del Reglamento Interno, que incluso, puede ser de ninguna utilidad, como se desprende de varias sentencias, pues el Reglamento no reemplaza la preocupación que debe mantener el empleador respecto a la vida y salud de sus trabajadores. El estar afiliado a un organismo administrador tampoco, y resulta casi infantil que se argumente esa condición para intentar salvar la responsabilidad legal.
Y en estas circunstancias se debe tener presente que el abogado de la parte demandante estará centrando sus ataques justamente a las debilidades que pueda encontrar en la actuación del empleador, algunas de las cuales incluso las puede encontrar en las propias normas del Reglamento Interno, cómo cuando allí se indican las Obligaciones del Empleador, situación que aún no logro entender como es posible que se incluyan, sabiendo que en la práctica, todas las normas legales son obligación para el empleador, y más aún, en esos casos, es el propio empleador quien agrega otras en que se autoimpone el cumplirlas.
Por ello, el Reglamento Interno va más allá del mero cumplimiento de las normas legales por parte del empleador, debe ser el inicio de la protección de su responsabilidad legal, pero para que ello se llegue a cumplir, el empleador debe estar en conocimiento de esas responsabilidades, verlas cercanas, y no como que esas consas les pasan a otros empleadores y no a él.
Pues finalmente la obligación legal de proteger al trabajador, la norma legal, por si existiere alguna duda, se le impone al empleador.
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