domingo, 11 de marzo de 2012

Un año después

Japón se encuentra recordando la tragedia ocurrida hace ya un año cuando un violento terremoto generó además un tsunami que a su vez generó enormes daños en las ciudades afectadas y la muerte ó desaparición de cerca de 20 mil personas, a quienes también recuerdan en el día de hoy.

Se produjó también el accidente de la planta de Fukushima que aún mantiene a la población alejada de sus cercanias y que desencadenó la evacuación de cientos de miles de habitantes, manteniendo por varios meses, la preocupación mundial por el desarrollo de los acontecimientos.

Todo el mundo puedo ver prácticamente en vivo y en directo las impresionantes imagenes del tsunami y de los daños que iba ocasionando a su paso, de esas imagenes son las que deben obtenerse algunas lecciones de como actuar ante una situación similar.

También hace justo dos años, el 11 de Marzo de 2010, se producía en Chile un fuerte sismo que generó una alerta de tsunami, situación que provocó varias situaciones de pánico en la población, sobre todo en quienes estaban en edificios cercanos al mar, recordemos que era un día laboral.

Recuerdo además el tsunami del sudoeste asiático que ocasionó más de 250.000 victimas fatales en el año 2004 afectando a varios países, en los cuales la industria turistica recibia miles de extranjeros, muchos de los cuales fallecieron.

Un poco más atrás es posible recordar el tsunami generado por el terremoto del año 1960, en Valdivia que ocasionó la muerte de más de 100 personas en Japón y otras tanto en Estado Unidos. Miles en Chile.

La planificación para enfrentar un tsunami debe ser entonces acorde a las consecuencias -las más de las veces catastróficas- que es posible esperar de una emergencia de ésta naturaleza, que tal como ocurrió en Japón con la planta nuclear, puede perfectamente ser generador del efecto propagador de accidentes, en donde una primera situación de emergencia puede generar una o más situaciones de emergencias, incluso tanto o más graves que la original.

En ese sentido debiera ser necesario revisar la ubicación o instalación de las industrias y sus plantas que trabajen con materiales peligrosos, y que se encuentran localizadas en forma muy cercana al litoral, ya que frente a una situación como la comentada, eventualmente pueden ser afectadas gravemente y ser generadoras a su vez del efecto propagador de accidentes, también conocido como efecto dominó.

editor

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