En un centro de estudios existen numerosas situaciones que de presentarse, debiera estar previamente establecido el modo de actuar, ello por supuesto a objeto de evitar la improvisación, o a lo menos tener una guía de acción.
Ese trabajo previo se concreta estableciendo los Protocolos de Actuación que van a permitir en el momento en que exista la necesidad de actuar de manera rápida, saber que hacer, como reaccionar frente a la situación y superarla de la mejor manera posible, evitando o disminuyendo los daños que pudieran ocasionarse.
Situaciones como caidas, quemaduras, electrocución, accidente escolar, accidente laboral, accidente fatal o grave, intoxicación, acoso laboral, inundaciones, terremotos, sólo por nombrar unas pocas situaciones que es posible enfrentar en un centro de estudios, y que sobre las cuales deben estar los Protocolos para hacerles frente.
Ciertamente dicho trabajo va a proporcionar a los Encargados de los centros escolares una confianza respecto que, de enfrentar una situación imprevista, se sabrá como actuar de la mejor forma posible y no recién cuando deba tener las respuestas, preguntarse porqué el trabajo no se hizo cuando correspondía.
Probablemente en muchas situaciones que deba enfrentar, el tener los Protocolos de Actuación, puede incluso salvar vidas o disminuír en gran medida las lesiones o daños que una situación imprevista pueda llegar a ocasionar.
El momento de trabajar en sus Protocolos de Actuación es -entonces- hoy.
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