Si se analiza la información acerca del maremoto del año 1960 en el sur de Chile, se comprenderá que muchas de las lecciones que de allí se obtuvieron se pudieron haber aplicado en el maremoto del pasado mes de Febrero.
Sin embargo, pienso que esa información no ha estado al alcance de toda la población.Solamente para personas interesadas en la materia.
En Chile, todas las ciudades costeras pueden en algun momento, verse enfrentadas a un maremoto, ocurrido por un sismo fuerte cercano o lejano, también lo puede ocasionar un sismo de menor intensidad en el océano, aunque ello es más infrecuente, un derrumbe submarino, una erupción submarina o incluso por la caída de un meteorito.
Entonces la información debe estar disponible, no solamente para los habitantes de las ciudades costeras, sino que para toda la población pues una gran cantidad de habitantes de ciudades internas, se desplaza en forma periódica a la costa por diferentes motivos. Entonces ellos también deben saber como actuar ante un maremoto, no importando que en su ciudad de origen, jamás vaya a ocurrir uno.
Ahora bien, esas lecciones del año 1960, son buenas y razonables, todas pero falta difusión y también que las personas internalicen su conocimiento. No se obtiene ningún resultado, si pensando que se podrá escapar rapidamente por ejemplo en un vehículo se confía en ello, pues si el maremoto ocurre luego de un sismo violento, puede ocurrir también que las vías de transito también queden destruidas.
Las lecciones del maremoto del año 1960 se pueden (barra Documentos) ver aqui.
Ahora tal vez sea posible mejorar esas lecciones o profundizarlas, darles más difusión, enseñar en las escuelas y liceos por ejemplo.
Afortunadamente como al parecer va a ocurrir en la Isla Juan Fernández, las zonas inundables, van a quedar solamente para uso como espacios publicos y allí no se construirán nuevas viviendas. Circunstancia que se podría replicar en otras comunas afectadas por la tragedia del mes de Febrero. Asi se trabaja desde ya para enfrentar una situación similar en el futuro, generando mayor seguridad a la población.
Lo importante es sin embargo, aprovechar el conocimiento que nos puede dejar la emergencia que debimos enfrentar, para que en una futura situación similar, no ocurran tantas victimas como las ocurridas en el pasado maremoto, pues muchas de las personas fallecidas -sino todas- habían sobrevivido al terremoto y tal vez pudieron haberse salvado también del maremoto.
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