jueves, 30 de marzo de 2006

La ambición personal

Sam Walton y el ascenso de Wal-Mart
Quizás ningún hombre de negocios ejemplifica el aprendizaje de por vida mejor que Sam Walton. De ser un comerciante de una ciudad pequeña pasó a ser uno de los hombres más ricos de la historia de los negocios. Se levantó de una pobreza rural al éxito de crear la más grande cadena de almacenes de descuento. Hoy existen más de 3000 almacenes Wal-Mart en el mundo. Después de regresar de su asignación durante la segunda guerra mundial, Walton compró un almacén Ben Franklin de artículos de 5 y 10 centavos. En tres años, el almacén vendía el doble de cuando lo compró y a partir de entonces Walton se dio cuenta del valor de las ventas por volumen. En seis años el almacén Ben Franklin de Walton era el más rentable en seis estados. Poco a poco fue comprando otros almacenes hasta completar seis. En 1962 abrió su propio almacén de descuento, el primer Wal.Mart. Para 1979 ya tenía 230 almacenes. Walton no se detuvo con Wal-Mart. Tomó nota de un nuevo formato de venta mayorista, cuyo pionero había sido el comerciante californiano Sol Price en sus tiendas Price Club, así que Walton añadió las tiendas Sam’s Club a su imperio. Cuando murió, Walton era el hombre más rico de Estados Unidos. Capturar el momento
En algún punto en la curva ascendente de la ambición, llegará el momento en el que la oportunidad le encontrará cara a cara. La acción que se tome en ese momento determinara si llegará al éxito o se quedará sólo como su sueño. Para capturar el momento, se debe estar preparado. El trabajo duro en su preparación para ese momento es lo que mejorará las probabilidades a su favor. Considere el caso de Thomas Jefferson. En 1803 él era el presidente de una naciente república sin ningún poder, con poco dinero y escasas perspectivas Sin embargo, él tenía la visión de un gran país. Cuando la oportunidad se presentó en la oferta de Napoleón del territorio de Louisiana, él capturó el momento y compró las tierras. Con esa adquisición, Jefferson sentó las bases para el crecimiento de una gran nación. No se reconocen las oportunidades a menos que se tengan los conocimientos adecuados. El conocimiento puede además cambiar lo que de otra manera podría ser considerado como un riesgo absurdo en una aceptable oportunidad. Con el conocimiento, lo que parece una locura para algunos puede realmente ser un riesgo medido y calculado para el que está preparado. El tiempo es crucial cuando se trata de capturar oportunidades. No se puede capturar la oportunidad correcta en el momento incorrecto, ni la oportunidad va a permanecer disponible esperando a que usted se decida. Cuando el desafío es acompañado por un sentido del momento y una visión que los demás no ven, la ambición florece. Los negocios son arriesgados, pero si se está decidido a hacer su visión una realidad, hay que tomar acción cuando la oportunidad se asoma frente a sus ojos. Los realizadores ambiciosos hacen sus propias oportunidades A veces la oportunidad no aparece de la nada. Se debe desenterrarla. Consideremos el caso de Ray Kroc, la fuerza detrás de la cadena de comidas rápidas McDonald’s. Él no creo el primer restaurante, pero sí reconoció su potencial cuando lo vio por primera vez. Cuando él oyó acerca de la nueva clase de restaurante que se había abierto en Pasadena, California, inmediatamente fue a echarle un vistazo. Una visión de múltiples restaurantes distribuidos por todo el país inmediatamente le pasó por la cabeza. En una semana, el era el agente de una franquicia nacional de los propietarios. Como muchos otros realizadores ambiciosos, él pensó en grande cuando otros pensaban en pequeño. Él se dio cuenta de una tendencia. Reconocer una tendencia es otra habilidad que se puede desarrollar. Es una talento que resulta de enfocarse en los nuevos desarrollos con la intuición para capturar temprano la siguiente ola. En otras palabras, hay que desarrollar una habilidad para estar activo, atento y conocedor de lo que está sucediendo. Los realizadores aprenden a usar los sentidos agudos para detectar las tendencias que vienen cargadas de oportunidades. Para desarrollar su sentido para detectar lo que será la próxima tendencia, se debe salir al mundo, poner el oído en la tierra, el olfato en el viento y los ojos y la mente abiertos para captar los signos de lo que van a querer y comentar millones de personar mucho antes de que ellos mismos sepan que lo harán. Hay que entrenarse para escuchar y observar para luego actuar sobre lo que se vio y oyó. Ted Turner el maestro de las tendencias
Ted Turner es probablemente el más hábil detector de tendencia de nuestra época. Después de hacerse cargo del negocio fallido de su padre de avisos exteriores, empezó a comprar estaciones de radio. Luego se trasladó a la televisión. Después de comprar la primera y la segunda estación, empezó a negociar una conexión de satélite con RCA. En ese tiempo la televisión por cable estaba todavía en su infancia. Cuando los Bravos de Atlanta salieron a la venta a un preció irrisorio, el los compró asumiendo que podría usar su estación para transmitir los juegos. A finales de los años 70, las tres grandes cadenas de televisión controlaban el 90 por ciento del mercado. Ted Turned detectó que la naturaleza de las familias estaba cambiando. Pronto, razonó él, mamá, papá y los niños no estarán reunidos al frente del televisor para las noticias de la noche. Su vida activa les exige que las noticias sean transmitidas cuando ellos puedan verlas, no en el horario de la cadena. El primero de junio de 1980, lanzó el canal CNN. Para 1981, el canal llegaba a 10 millones de hogares. Hoy, CNN domina el mercado de la transmisión de noticias y es visto en 210 países. Después, Turner lanzó el canal TNT con la intención de pasar películas a cualquier hora. En 1996, Turner vendió TNT a la empresa Time Warner, pasando a formar parte de los 50 empresarios más ricos de los Estados Unidos. Afinar la ambición
Existe demasiada ambición? Muchos contestarán que sí, que una ambición desmedida puede llevar a un fracaso de dimensiones históricas. La habilidad de caminar en la cuerda floja arriesgándolo todo sin caerse es una habilidad escasa en los negocios. Se deben reconocer sus propias limitaciones aprendiendo a no asustarse ni verse seducido por cualquier oportunidad. No hay que caer en la trampa de pensar que se es invencible pues se terminará pagando un precio muy alto en desilusiones. Un negocio nuevo puede ser disparado por la ambición del fundador, su imaginación y la fuerza de su ego. Pero no podrá sobrevivir a menos que se ponga atención a los tuercas y tornillos de la operación diaria. Los negocios tienen sus cimientos en la realidad. Los ambiciosos líderes de negocios se meten en problemas cuando les dicen a los empleados que tienen que obtener resultados y luego no los monitorean ni saben cómo se obtuvieron. Tal vez usted sueñe con un espectacular crecimiento para su compañía. Este es el momento en que ascender por la curva de la ambición puede resultar más sutil. Se necesita realismo y disciplina en los momentos de vertiginoso crecimiento. Todos lo deseamos todo: más dinero, más poder, más placer. Pero el crecimiento tiene sus limites reales. En los negocios, el crecimiento también trae burocracia. Al final, un competidor pequeño de un décimo de su tamaño puede atravesarse en su camino. Las realidades que matan los sueños
Los realizadores se arriesgan a hundirse en su egoísmo. Tienden a ser personas sobresalientes, dinámicas que se han ganado en alguna medida sus grandes egos. Pero un egos demasiado activo puede matar los sueños. Hay que elaborar una lista de las realidades que matan los sueños si se quiere permanecer cerca o en la cima del arco de la ambición. Su lista de chequeo debe incluir entre otros: Tiempo. Solo hay una cantidad limitada de horas en el día y las decisiones tomadas después de 48 horas sin dormir, muy raras veces son decisiones sólidas. Reconozca que el tiempo lo puede limitar y trabaje con plazos razonables.
Talento. Hay que estar atento a identificar a las otras personas talentosas. Si se niega a delegar el trabajo a los demás, muy pronto se encontrará a sí mismo demasiado limitado y las cosas se le saldrán de las manos
Momentum. Se debe reconocer que al llegar a la cima se pierde el impulso. Hay que mantener un espíritu entusiasta.
Riesgo. No hay que pretender dominar su campo eternamente. Siempre hay el riesgo de que alguien con una mejor idea o mejor realización lo puede alcanzar y superar. Un negocio basado en el respeto
No hay probablemente ningún ejemplo público de alguien que se haya enfocado al medio ambiente mejor que el de Tom Chappell. Su línea de productos “Tom´s of Maine”, que incluyen desde jabones hasta cremas dentales, no contienen ingredientes que puedan dañar el medio ambiente. Chappell fundó su compañía basado en la creencia que las personas y la naturaleza merecen respeto. Al enmarcar su mayor propósito e impregnar la compañía con el sentido de su misión, ha fortalecido tanto a la organización como a sus lazos con ella como fundador. Inspirarse en un propósito mayor

La gente que alcanza alturas excepcionales usualmente posee un sentido de una meta clara y un propósito fuerte que les sirve de norte verdadero. El más satisfactorio de estos propósitos va más allá de hacer dinero y se enfoca hacia bienes más altos. Tener un propósito “adecuado” puede llevar a una vida más enriquecida, además que logra galvanizar a muchas personas en un trabajo conjunto para una causa vital. Esto les da a todos sus actos un mayor significado. La necesidad de sentido arrastra a cada ser humano a crear, construir o perseguir el logro. Una causa valiosa es enormemente atractiva. Muchos de los grandes realizadores han visto sus metas como un llamado y las han perseguido con un sentido de misión. Sin embargo, su propósito no tiene que ser extravagante o inmenso para ser significativo. Su regalo al mundo puede ser una venta honesta de vehículos o un confiable almacén de ferretería. Una ambición con un propósito sobrevivirá aún las más grandes dificultades, mientras que otra sin propósito alguno morirá rápidamente. Existen ocho formas prácticas de elevar su ambición a un nivel de propósito más alto. Ellas son: Buscar la excelencia en cualquier cosa que haga Crear gran valor Dar poder a las personas Mejorar la condición humana Crear placer y diversión Inventar el futuro Usar las utilidades para el bien publico Mejorar el medio ambiente Al emular a los empresarios exitosos, a los políticos y a otros ambiciosos realizadores que se mantienen fieles al camino que han escogido, usted logrará impregnarse de un sentido de propósito. Este sentido de propósito puede tomar la forma de un apoyo financiero al medio ambiente, a la cultura o a la educación. Nunca violar sus valores

Transigir es malo para la ambición. Inevitablemente llegará el momento en que hay que enfrentar decisiones entre lo correcto y lo incorrecto. La decisión correcta puede ser costosa mientras que la incorrecta a veces es la más fácil. Pero la integridad es algo demasiado valioso para despilfarrarla en ganancias a corto plazo. Cuando se violan los valores éticos o morales en los que se dice creer, se está dirigiendo a una pendiente resbalosa que lleva de mal a peor. La fortaleza de los valores morales preservados desde mucho tiempo atrás llevan a inclinarse por las acciones correctas aún en las circunstancias más imprevistas. Consideremos el caso de Floyd Mann y del Congresista John R. Lewis. Durante el levantamiento de los movimientos de derechos civiles en Alabama, Lewis se presentó como un “caminante de la libertad”. Mann, quien era el comisionado estatal de la seguridad pública y un ferviente segregacionista, acompañó a los manifestantes. Cuando los marchantes se encontraron con una enfurecida multitud de blancos, Lewis y otros fueron atacados y quedaron inconscientes. Mann, el reconocido segregacionista que había prestado el juramento de mantener el orden, hizo precisamente eso. Se enfrentó a la multitud y les ordenó detenerse, salvando la vida de muchos. El hizo eso porque poseía fuertes convicciones de aferrarse a la ley. Los valores sólidos pueden ayudar a establecer propósitos de negocios asegurando a los clientes que serán tratados justamente. Su recompensa, por supuesto, es ganar su lealtad. La mejor forma de establecer valores empresariales sólidos es crear un código de conducta u otras declaraciones de valores. No es un ejercicio abstracto

Someterse a los valores éticos no es una ejercicio abstracto. Qué haría, por ejemplo, si un valioso empleado suyo fuera sorprendido recibiendo favores de un proveedor que busca hacer negocios con su empresa? Hacer lo correcto así sea costos es una tarea propia de Salomón, pero hay que enfrentarla. Lo que se preserva es mucho más valioso que el empleado que debe ser despedido por violar las reglas de la compañía. Está en juego la imagen de la compañía y su reputación. La integridad irreprochable nunca está en riña con el éxito. Más bien, usted encontrará que a medida que su reputación de fortaleza de carácter se hace más conocida, otros se unirán a su causa, muchas veces de los lugares más inesperados. Pero recuerde que aún las personas de más fuertes principios a veces hacen giros equivocados. Si ese es el caso, esté seguro que corregir el rumbo también puede traer resultados positivos. Un ejemplo de un giro erróneo corregido después fue la decisión inicial de Intel de ignorar una pequeña imperfección en uno de sus nuevos chips de computador. A pesar de que la falla solo afectaba a muy pocos usuarios, cuando se corrió la voz ocurrió un pandemonio. Intel reconoció su error y ofreció reemplazar el chip a todos los que quisieran uno nuevo. Fue costoso, pero al final, fue la decisión correcta. Mantener el control, cediéndolo Aferrarse al poder es una tentación difícil de resistir. Sin embargo, compartir el poder es la única forma de abrir una empresa a su completo potencial de crecimiento. Reemplazar la autocracia con la asociación desarrolla el potencial humano. Recuerde que el poder se deriva principalmente de ser capaz de inspirar a los demás. No hay que asumir que nadie más es capaz de igualar su propia ambición, su competencia o su visión.

segúrese de que sus consejeros sean honestos, independientes y aún más inteligentes que usted. Establezca las condiciones para que puedan indicarle lo que usted necesita saber, no los que usted quiere escuchar. Pero no permita que olviden que usted es la persona finalmente responsable de las decisiones cruciales.

www.eladministrador.cl

No hay comentarios.: