Hace ya mucho tiempo que he escrito algunas Entradas referido al tema de la evacuación vertical en edificios ubicados en zonas costeras, y ante la alerta de un Tsunami.
No es sencilla esta materia ya que implica la actuación de varias personas en diferentes situaciones, por ejemplo los Guardias o Porteros o Conserjes, que deben estar capacitados para que personas ajenas al edificio pero en peligro, puedan ingresar al edificio, situación que debe estar debidamente escriturada en el respectivo procedimiento de emergencias.
También estan las personas habitantes del propio edificio que ante un fuerte sismo lo primero que se les ha enseñado es la evacuación hacia zonas de seguridad, que siempre están en el primer piso, a pesar que el edificio se encuentra diseñado y construido para resistir movimientos sísmicos importantes, y en consecuencia la mejor zona de seguridad, es su propio hogar.
Pero estar en un departamento, en un piso en altura y con un terremoto encima, es posible olvidar aquello y lo primero que se piensa es en evacuar. Lo sé pues vivo en un piso 15, en Valparaíso.
Ahora bien, la evacuación vertical puede originar un inconveniente adicional, cual es que aquellas personas que han evacuado hacia los pisos superiores van a tener que permanecer allí, varias horas si es que llega a originarse un tsunami, y si el edificio no cuenta con espacios para evacuarlas por el aire, deberán estar allí hasta que la autoridad competente autorice su salida.
Pero por supuesto, ello será siempre mejor que salir a la calle ante un Tsunami.
La idea es entonces recomendar a los administradores de edificios y comités de administración, conversar éste tema y disponer las formas de como se actuará ante una emergencia que amerite la evacuación vertical.
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