sábado, 8 de junio de 2013

La planificación exhaustiva es el trabajo que va a dar frutos

En materias de Protección Civil no cabe otra posibilidad que realizar una planificación exhaustiva sobre las amenazas que puede afectar a una comuna, amenazas que pueden manifestarse de una manera súbita, como un terremoto, o de una manera lenta como un frente de mal tiempo.
Lo segundo que se debe tener muy claro es justamente lo contrario a lo anterior, la improvisación a que estamos tan acostumbrados, es una situación que puede generar tanto o más daño que el propio evento desastroso, la improvisación debiera ser eliminada como un verdadero cáncer. La improvisación solamente puede aumentar las posibilidades de obtener un fracaso en materia de protección civil.
Un ejemplo, los habitantes que fueron evacuados desde las cercanías del volcán Copahue hace algunos días, se resistian pues no querían dejar abandonados a sus animales, que para ellos son su sustento. Pero para hacerlo se debía conocer cuántos animales eran, a que lugar era posible trasladarlos, cuántos eran de cada dueño, cómo se iban a alimentar y luego pasada la emergencia, cómo se iban a devolver. 
Afortunadamente el volcán dió tiempo para todo, pués no se produjo la emergencia esperada, pero si hubiera ocurrido una erupción violenta tal vez los animales hubieran perecido sin tener oportunidad alguna, y los dueños hubieran pérdido parte importante de su patrimonio.
El verdadero problema es que si bien es cierto en el ejemplo indiqué problemas con los animales, ante un desastre quienes van a sufrir las conecuencias somos todos, y siendo egoista voy a ser yo, mi esposa, mis hijos, mis familiares, mis amigos, y todas las personas sobre las cuales uno tiene afectos, y sobre aquellas que ni siquiera conoce, todos podemos sufrir las consecuencias de un mal trabajo de planificación.
Peor aún cuando un desastre pueda generar un vacío de poder, tema importante que también se debiera considerar en la planificación, las decisiones deben ser tomadas en las regiones, y luego responder de ello y no esperar soluciones de autoridades que se encuentran a miles de kilometros.
Ahora bien la planificación exhaustiva, no es solamente respecto a algunas situaciones de emergencias, como los terremotos, maremotos ó erupciones volcánicas, por ejemplo quién sabe cuánta carga peligrosa se transporta por los puertos, aeropuertos, caminos urbanos y rurales. 
En nuestro país -como en todos-se deben transportar millones de toneladas de carga peligrosa, pero quién sabe cómo y cuando. La autoridad militar seguramente conocerá la mayoría de ella, pero la autoridad civil conoce de ello????.
Y es justamente la autoridad civil la señalada como responsable de la protección civil.
En mi modesta opinión ninguna autoridad puede decir que el terremoto del año 2010, fue un evento para el cual no se estaba preparado, y si lo dicen deben asumir su responsabilidad penal pues se debió haber estado preparado, sabiendo que en el año 1960, hace bastante poco, nuestro país soportó eventos de mucha mayor magnitud, y originados uno tras otro, en otras palabras, teniamos experiencia en eventos de esta magnitud, y más aún.
Chile debe estar preparado para un terremoto 9.5 en la Escala de Richter, pues ese el el sismo de mayor magnitud que hemos soportado, agregando luego un maremoto de varias olas, derrumbes de edificios y carreteras, incendios industriales, saqueos y alguna otra situación desastrosa que pueda agregarse, para menos, no debiera haber espacio.
Ello para el riesgo sísmico.
Pero existen decenas, sino cientos de otras situaciones que también deben tener su planificación exhaustiva, como señalé a modo de ejemplo, el transporte de mercancias peligrosas.
Esta planificación no es un trabajo de un día o de pocas semanas, es un trabajo permanente, y debe ser efectuado en estos momentos, cuando precisamente se tiene el tiempo para ello.
En otras palabras hoy es el tiempo de salvar vidas frente a futuros desastres.
  

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