Recibimos forma permanente consultas sobre los acuerdos que se adoptan en las Asambleas de Copropietarios, en muchas ocasiones también nos manifiestan la cierta despreocupación de los señores copropietarios en asistir a las Asambleas.Las consultas versan sobre la legalidad o injusticia de los acuerdos adoptados, y por cierto señalan que las personas afectadas no se encontraban presentes en la Asamblea en la cuál se adoptó el acuerdo.
Ese es el inconveniente, la inasistencia de los copropietarios a las Asambleas sean estas Ordinarias o Extraordinarias, pues es allí donde precisamente deben hacer valer sus argumentos que puedan presentar para estar de acuerdo o no con la moción presentada, pero si no asisten, entonces luego deben soportar las consecuencias de dichos acuerdos.
La mejor forma de hacer comprender lo anterior es con el dicho español que he citado como título.
Tomemos un ejemplo en una Asamblea Ordinaria, a la cual en primera citación no se puede lograr el Quórum para su constitución, en la segunda citación que puede ser en media hora o en una hora posterior, la Asamblea se constituyen con los asistentes que hayan llegado a la citación.
Entonces los asistentes se comen a los ausentes, se toman los acuerdos que en muchas ocasiones pueden perjudicar aun o mas copropietarios, que de haber estado presente, tal vez no se habría adoptado, pues existirían argumentos en contra.
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