viernes, 29 de abril de 2005

Dos situaciones.

1. Hace unos días, en Viña del Mar, ocurrió un incendio en un lujoso condominio, en donde se quemaron instalaciones del subterráneo, lavandería, sauna y otras. Por más de cuatro horas Bomberos debió trabajar para apagar el incendio, todo el edifico se llenó de humo y hubo que rescatar a algunas personas por la terrazas de los departamentos. La idea al comentar esta situación, es recalcar que, hasta en los mejores edificios pueden ocurrir siniestros imprevistos. Con seguridad dicho edificio contaba con seguros sobre las instalaciones, espero que también con un Plan de Emergencia, pero con seguridad, deberán efectuar algunas modificaciones con la finalidad de prevenir un nuevo siniestro, o al menos, hacer más expedita la evacuación de personas. Es importante recalcar estas situaciones, con el ánimo de prevenir a los señores administradores para que implementen todas las medidas que se encuentran en la ley de copropiedad y en otras, a objeto de precaver la responsabilidad legal de las comunidades, pero sobre todo proteger la vida de los residentes. 2. Hoy día fue muerta una ingeniero civil en Santiago, en momentos en que concurría a una obra a efectuar el pago de las remuneraciones de los trabajadores. Resulta increible que una persona que se encuentra desarrollando su trabajo, termine muerta por la acción de delincuentes. Le dispararon a sangre fría. Dicha lamentable muerte puede corresponder, según el contrato de la persona fallecida, a un accidente del trabajo o con ocasión del trabajo. Pero ¿que beneficio puede uno esperar o recibir si a cambio debió perder a un ser querido? Desgraciadamente, esta situación también puede terminar en una demanda judicial entre los familiares de la ingeniero fallecida y la empresa empleadora, por las -al parecer- pocas o nula medidas de seguridad para el transporte de los valores. Sin embargo nada puede reparar la pérdida de su vida, ni consolar a sus familiares. Con todo, no se puede mirar de lejos o con indiferencia esta noticia, pués todos salimos a trabajar o estudiar todos los días, y todos esperamos llegar y que nuestros seres queridos también lo hagan, a nuestros hogares.

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