Un grupo de familias de los soldados fallecidos en la tragedia de Antuco hace algunos meses, han presentadouna demanda contra el Estado de Chile, solicitando una indemnización en conjunto de 13.000 millones de pesos.
Con esta enorme cantidad se persigue que el Estado indemnice el daño causado a los familiares en esa tragedia. Como ya lo he comentado en anteriores oportunidades el daño moral lo sufre cada integrante de las familias de las persona afectadas, en este caso, de cada soldado fallecido.
Si bien es cierto parece una cantidad enorme, son aproximadamente 25 familias las que demandan esta indemnización. Ninguna persona puede valorar el dolor sentido por cada familiar durante la tragedia, el dolor de no saber si su hijo o hermano estaba vivo o muerto, si lo iban a encontrar, de conocer las circunstancias de la marcha. Solamente los familiares directos saben cuánto sufrieron. El daño se produjo no solamente a la familias de lo soldados fallecidos que ahora reclaman una indemnización, sino también a los soldados que sobrevivieron a esa fatal marcha, y a sus familias.
Toda la tragedia se produjo al momento de adoptar decisiones.
En cada lugar de trabajo en algun momento trágico se pueden producir accidentes. La idea es no aumentar los daños en forma posterior al siniestro.
Las personas encargadas de administrar una organización deben saber que en estos casos el daño moral, va a constituir el concepto por el cual se van a solicitar las indemnizaciones más elevadas. Deben cuidar de no aumentar este daño.
Volviendo a la tragedia de Antuco, creo que el estado debiera allanarse a indemnizar a lo familiares, con seguridad no va a ser en la suma demandada pero si, en una que pueda en alguna forma compensar el dolor causado.
www.eladministrador.cl
jueves, 15 de septiembre de 2005
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