En días pasados estuve conversando con un amigo fiscalizador de la Inspección del Trabajo, fue una conversación informal y hablamos de varios temas tecnicos.
Lo que le preocupaba a este fiscalizador era la impotencia que tienen ante las transgresiones a las normas por parte de los empleadores, quienes en muchas ocasiones prefieren pagar las multas y solicitar las rebajas pertinentes antes que enmendar su actuación. Le preocupaba la salud de los mismos fiscalizadores quienes en muchos casos deben absorver los problema que conocen en su trabajo, incluso me señaló que en una dirección provincial importante, de 6 fiscalizadores, solamente 2 se encontraban trabajando, los demás estaban con licencia médica.
He trabajado muchos años manejando el aspecto administrativo de empresas, y he debido concurrir muchas veces a las Inspecciones del Trabajo en representación de empleadores, a Comparendos con los trabajadores y por experiencia propia se que a las Inspecciones les falta poder para terminar situaciones que luego pueden prolongarse en los tribunales del trabajo, en donde casí nunca los trabajadores obtienen un resultado favorable, considerando además que un juicio, allí perfectamente dura más de dos años.
También conversamos sobre la deuda previsional. Existe en Chile una deuda previsional multimillonaria. Esos son fondos que los empleadores le han retenido a los trabajadores y no se han enterado a las respectivas cuentas de ellos, se les está provocando un daño enorme. En mi opinión esta situación debiera ser revisada. Deben existir en estos momentos cientos de miles de demandas por cobranza judicial de esas imposiciones. ¿Qué va a pasar con aquellas que no se puedan cobrar? ¿Con aquellos fondos que no se puedan recuperar? Simplemente el trabajador va a salir perjudicado.
El tiempo pasó rapidamente y desafortunadamente debimos terminar nuestra conversación pero también hablamos de prevención de riesgos, de algunos accidentes del trabajo y de las normas sobre ellos, pero me quedó la sensación que las Inspecciones del Trabajo debieran acercarse más a los profesionales que tratan sobre materias de su competencia y aunar criterios y acciones a seguir en forma coordinada.
Como trabajador él también se quejaba de su situación al interior de su Servicio, de sus remuneraciones, del trato laboral, de las exigencias que les imponía el Ministerio de Hacienda, en fin, como pueden ver, todos somos trabajadores.
www.eladministrador.cl
domingo, 18 de septiembre de 2005
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