Muchas personas se esfuerzan por pertenecer a un Comité de Administración de su comunidad.
Muchas de esas veces, las razones para postular dicen relación con los problemas que se suscitan en las comunidades, desgraciadamente muchas de ellas, por el manejo de los fondos de la comunidad o por aspectos que dicen relación con las relaciones que deben existir entre vecinos.
No basta con la buena intención de querer participar en la dirección de la comunidad. Es importante sí, pero no basta.
Los Comités de Administración actúan como cuerpo colegiados que representan a la Asamblea de copropietarios en las decisiones que ella adopta. No son su representante legal pues ese papel lo cumple el Administrador.
En atención al papel que cumplen debe en primer lugar conocer la legislación atingente, es lo primero y obligatorio.
Luego, igualmente importante, deben saber relacionarse con sus iguales en una forma deferente y pácifica.
Deben saber solucionar conflictos, algunas veces muy graves que implican acusaciones de mal manejo de dineros o irresponsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones.
Deben tambien saber manejarse en un juicio. Un mal arreglo, vale mas que un buen juicio. Si se va a demandar a un integrante anterior de haber cometido alguna irregularidad, se debe recordar que en primer lugar, esa persona estaba cumpliendo con el mandato de la comunidad. En segundo lugar, que esa persona -eventualmente- puede probar que no cometió infracción alguna y que fue denunciado en forma injusta y calumniosa, dando lugar a una contrademanda por ese délito.
Deben saber también materias relacionadas con administración general, con manejo de reuniones y saber llegar acuerdos con personas que tienen posiciones antagónicas.
Ser integrante de un Comité de Administración, es un deber que debe ser cumplido en forma satisfactoria y diligente, pués de ello depende -además del prestigio de la persona- el desarrollo de la comunidad.
Las personas autoritarias, irresponsables, manipuladoras y similares no deben tener cabida en estos comités. Ellas siempre van a perjudicar a la comunidad. No las van a dejar avanzar, van a crear un mal ambiente y las Asambleas se convertiran en un verdadero martirio.
Ciertamente todos los copropietarios tienen la responsabilidad de no elegir a esas personas.
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