Había sido una señal alentadora que la cantidad de nuevas personas contagiadas hubiera bajado en el día de ayer, pero hoy paso los 400, exactamente 424. El asunto es luego cuesta mucho bajar esa cantidad de contagios.
Lo cierto es que no se ha logrado en ningún momento y la cantidad diaria sigue en aumento. La idea es estabilizar en una cierta cantidad la cantidad de contagios, para de esa manera intentar detener los contagios, pero si no se puede contener, la situación se complica mucho.
Miles, cientos de miles de personas, tal vez millones están haciendo un gran esfuerzo para que en Chile no avance el virus. Pero lastimosamente, otros tantos millones no logran dimensionar la gravedad de la situación.
Cientos de miles de chilenos están haciendo un extraordinario esfuerzo, primero los trabajadores de la salud, ellos se exponen todos los días a contagiarse y muchos ya lo han hecho. Las autoridades de gobierno también están realizando un gran esfuerzo, no solamente en planificar la situación de cada centro médico, sino también la forma de adquirir los insumos médicos y preferentemente los elementos de protección personal, tan necesitados por todos los países.
Las fuerzas armadas y Carabineros, también están haciendo un valioso aporte, no solo en el control público, sino que transportando los insumos y maquinarias medicas para el lugar que se requieran. Y también trayendo de vuelta a nacionales que quedaron en otro país al cerrarse las fronteras.
No queda otro camino que insistir en la cuarentena voluntaria y si ello no resulta pues que sea obligatoria. Por la Razón o la Fuerza, señala nuestro escudo nacional. Entonces si no se entiende por la razón, que sea por la fuerza de la autoridad administrativa.
Si las personas no entienden los muchos argumentos médicos, éticos, de cuidado a los adultos mayores, a sus propios adultos mayores, económicos, y todos los que se han entregado para que se queden en sus hogares, para que no salgan, entonces no quedará mas que disponer una cuarentena obligatoria.
El daño económico es muy relevante para el país y también lo es y será para cada familia, pero todo o gran parte de ese daño se podrá recuperar con esfuerzo y ayuda entre todos. Se puede recuperar ese daño.
Pero entre muchos o entre todos, no podremos recuperar ni una sola vida que se pierda por la irresponsabilidad de no quedarnos en casa. Ese es nuestro trabajo en estos momentos. El más importante, el que va a contribuir de manera decisiva a detener la enfermedad, sino totalmente, al menos a una manera que todos los enfermos tengan la posibilidad de recibir una atención como corresponde.
Pero especialmente, que lleguen al final de sus días con dignidad y que no acaben convertidos en un número más.
Por ello, no queda mas que insistir, pues todos estamos llamados a detener al virus. No solamente unos pocos.
Todos.
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