Si bien es cierto, los números hasta hoy están entregando un resultado favorable a las autoridades que manejan esta emergencia sanitaria, no es menos cierto que ello, se puede complicar y mucho.
Veamos, en dos meses la enfermedad habrá generado la muerte de cerca de 200 personas, si pensamos en 100 personas mensuales, de aquí hasta fines de año van a fallecer 800 personas más. Total este año 1.000 personas muertas por el Covid-19. Esta situación se puede pensar con solamente 100 personas mensuales, pero si la cantidad de personas fallecidas nos da un promedio de 5 diarios, ya estamos hablando de 150 personas mensuales.
Pensemos peor, 10 personas fallecidas de manera diaria, ya estamos hablando de 300 personas mensuales que pueden fallecer, para administrar bien la crisis.
No sirve comparar con otros países que ya han pasado largamente o no las 1.000 personas. Seria una muy, pero muy mala idea pensar siquiera en compararse de esa manera.
El camino que se debe seguir -y en el único que se debe pensar- es intentar detener al virus, se pueden salvar miles de vidas, pues en el año 2021 serían otros miles más los fallecidos. Y la mayor parte de ellos, adultos mayores.
Creo que tampoco se debiera utilizar los cuidados paliativos solamente como ya se ha utilizado, es como estar legalizando la eutanasia, y hasta donde entiendo, el procedimiento no se encuentra autorizado en Chile.
Pero bueno sigamos con la idea original. En varias regiones aún es posible ser más estrictos para detener al virus, por ejemplo todas aquellas con menos de 100 contagios, luego se puede al mismo tiempo, seguir una estrategia diferente para las regiones con menos de 250 contagios, y por supuesto una estrategia diferente para aquellas que tienen mas contagios.
Lo claro, es que no se puede aplicar una misma receta para todas las regiones y/o comunas, pues no todas están en la misma situación, es más, las regiones debieran ser en cierta medida independientes en el manejo de la situación, pero ciertamente coordinado con el Ministerio de Salud.
O, ¿las regiones no están capacitadas hacer ese trabajo.?
Sin embargo, cualquier trabajo que se desee llevar adelante, no servirá de nada si no existe rigurosidad en su cumplimiento, y mientras más extensa sea la emergencia, los resultados de los contagios y del aspecto económico serán mucho peores.
Estoy convencido, el camino que se sigue no es el correcto, aún cuando los números -hasta hoy-, sean los que se espera, es decir, mostrar un cierto manejo adecuado de la emergencia.
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