viernes, 10 de abril de 2020

Dimensionando otra tragedia

Hoy en el mundo, la cantidad de personas fallecidas por el Covid-19, ya se acerca a las 100.000, lo que ciertamente es mucho. Segura y lamentablemente, esa cantidad se incrementará mucho más.
Es una cantidad muy importante de personas fallecidas, y en más de un centenar de países, y en cerca de 3 meses y medio.
Ahora bien, en el año 2004, en el tsunami del sudeste asiático, fallecieron cerca de 300.000 personas, en una tragedía que territorialmente afecto a pocos países, pero las personas provenían de muchos países.
Pero la tragedia se consumó en pocas horas.
No recuerdo algún otro desastre reciente con las cantidad de víctimas que se pueden apreciar en ambos casos. Creo sin embargo, que hoy vamos mal, pues aún quedan varios meses en emergencia y en el tiempo restante puede suceder cualquier cosa.
Especialmente si no se toma conciencia de la gravedad de la situación.
Personalmente creo que se debiera declarar en cuarentena las regiones mas cercanas a Santiago o prohibir la salida de santiaguinos hacia zonas costeras, especialmente para vacacionar.
Todas las municipalidades costeras o no, están realizando grandes esfuerzos para que el virus no provoque una mayor emergencia en su territorio. El esfuerzo también lo hacen los habitantes de esos territorios.
Luego, si miles de personas de un área que es la que ha mostrado una mayor contaminación de personas, viajan a sus segundas viviendas, pueden generar allí una situación muy complicada si solo una de esas miles de personas es portadora del virus y aún no lo sabe, o peor aun, si es asintomática.
Las comunas fuera del área metropolitana, no cuentan con los recursos materiales para hacer frente a una emergencia mayor, ni menos, cercanía del gobierno central para adoptar decisiones de manera expedita.
Si no se detienen los viajes fuera de Santiago, todo lo caminado con tanto esfuerzo, indudablemente se puede perder, y peor aun, el virus puede aumentar con fuerza pues no existirán los recursos materiales ni humanos, necesarios para hacerle frente.
Todos debieran permanecer en su primer hogar de manera obligada, aún cuando no sea por una determinación de la autoridad.
editor

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