Los diversos e impactantes incendios forestales de la zona sur, el aumento de la sismicidad del volcán Lascar, el desbordamiento del rio Loa, el alud en la zona cordillerana que obligo al cierre del paso Los Libertadores y a la suspensión de una étapa del rally, son algunas de las varias situaciones de emergencias que se están enfrentando en forma simultánea.
Infortunadamente, pueden producirse otras situaciones que pueden exigir más al sistema de protección civil del país, y por supuesto espero que no ocurran.
Con la ola de calor que sufre gran parte del país, es razonablemente sensato pensar en la posibilidad de nuevos incendios forestales en otros lugares, razón por la cual también es esperable que en otras regiones se pueda establecer como una medida de prevención, una alerta amarilla sobre todo considerando las condiciones climaticas y la posibilidad cierta que puedan existir personas que deseen provocar esos incendios, esta última condición debe estar cada verano presente en el análisis estrategico de la situación de cada comuna.
También y considerando las condiciones ambientales es necesario informar a la población acerca de la prevención para evitar incendios poblaciones que pueden destruir en pocas horas muchos hogares.
Existen otros medios para el combate de incendios como por ejemplo aviones cisternas de mayor envergadura que los utilizados lo que a su vez implica la estructura para ellos, utilizar agua con algún producto retardante, por ejemplo, pero es necesario que las autoridades respectivas vayan considerando la adquisición de ellos ya que por cierto, estos incendios actuales no serán los ultimos ni los más graves.
La temperatura va en aumento y en los próximos años se esperan promedios cercanos o superiores a los 30°C, lo que nos hace pensar que pueden generarse incendios importantes tanto forestales como poblacionales.
En consecuencia se debe trabajar en dos frentes el preventivo para evitar la ocurrencia de los incendios y allí se debe enseñar en forma masiva como prevenirlos y también las acciones a desarrollar para proteger el hogar. En el combate, no solamente -ojalá fuera así- con la implementación de aviones mayores- sino que también con el acercamiento de los medios de combate a las zonas expuestas.
En esta materia de emergencias forestales, como en todas las demás no vale trabajar al compás del corazón, se debe ir más rápido, estos no son trabajos de 7 horas y 30 minutos diarios, tampoco es el trabajo de unos pocos que se arriesgan día a día e incendios tras incendio, es el trabajo de todos.
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