Hace unos días viajando a Santiago miraba como estaba el Lago Peñuelas, pues anteriormente lo había visto con muy poca agua. Ahora desde el bus, no divise nada. Debe aún mantener agua, pero desde la distancia ya no se observa.
Esa es la situación por la cual estan atravesando muchos cursos de agua en la Quinta Región, están secos. La sequía se encuentra presente generando con ello muchas pérdidas a quienes trabajan la tierra y recogen sus frutos.
En la práctica estamos apostando al próximo invierno, pero con seguridad solamente para recuperar el nivel de agua, lo que evidentemente será dificil, salvo que llueva mucho, lo que por cierto va a acarrear nuevos situaciones de emergencias en otros sectores.
En el caso de la sequía posiblemente se puedan recuperar los cursos de agua, ¿pero las siembras? ¿la propia tierra? los árboles frutales que se han pérdido y que demoran años en crecer nuevamente y entregar sus frutos??. Los propios animales seguramente perderan mucho peso. Para quienes viven de los frutos que entrega la tierra generosa, esta situación es una verdadera catástrofe, y está ocurriendo hoy mismo y entre nosotros. Un esfuerzo de muchos años totalmente pérdido y comprometido el futuro de muchas personas.
Es de esperar que se puedan construir las obras necesarias que permitan en el futuro asegurar un continuo abastecimiento de agua, a quienes con tanto esfuerzo trabajan desde el alba hasta el anochecer, para proveer a la población de los alimentos necesarios para su consumo.
Era bonito ver el Lago Peñuelas con agua casí hasta el borde del camino. Hoy prácticamente seco. Con ello, además del agua, se pierde la vida existente allí.
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