Desvastadoras han sido las consecuencias del incendio forestal que se ha desarrollado durante ésta semana en las cercanías de Valparaíso.
Miles de hectáreas de bosques quemadas, casas consumidas por el fuego, evacuación de cientos de personas, las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar tapadas por el humo, etc.
Estuve conversando con una persona de La Ligua durante la semana, y me comentó que el humo incluso llego hasta esa ciudad, que por cierto se encuentra bastante distante de Valparaíso.
Generalmente -y al decir de las autoridades éste también sería el caso-, los incendios forestales son causados por la mano del hombre. En estas circunstancias no se puede apreciar las motivaciones que se deben haber tenido en mente para provocar un siniestro de esta magnitud, y con las consecuencias desastrosas que en todos los medios de comunicación han aparecido.
Las autoridades han presentado los requerimientos legales a objeto de encontrar y sancionar a quienes hubieran sido los autores del siniestro, y que de ocurrir, debieran aplicarles penas drásticas, pues han cometido -entre otros conceptos- un grave atentado contra el medio ambiente. En esta linea las sanciones debieran ser ejemplarizadoras.
Ayer, hasta últimas horas de la tarde se podía divisar nuevamente una gran nube de humo sobre la ciudad y hoy en la mañana se ve ya más despéjado. Esperamos entonces que se pueda controlar pronto la emergencia.
Con todas las graves emergencias forestales ocurridas en el último tiempo a través de varias regiones, creo que el país debiera tener -entre muchas otras necesidades- su propia dotación de aviones cisternas a objeto de enfrentar éste tipo de siniestros.
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