Por cierto el accidente ocurrido en un edificio en Playa Ancha, en donde cedió un piso de un edificio que se encontraba sostenido por una estructura de fierro resulta una dolorosa lección.
Dolorosa pues una niña de apenas dos cortos años que resultó accidentada, perdió parte de su brazo derecho que debió ser amputado. Una dolorosa perdida para esa niña y su familia.
Una lección para los copropietarios de los edificios que constituyen viviendas sociales. Para ellos también son aplicables las normas sobre copropiedad inmobiliaria, y son precisamente ellos los responsables de la mantención y reparación de sus inmuebles.
Así como en el resto de los edificios y condominios, los propietarios de estas viviendas sociales también deben organizarse, crear su comité de administración y toda la estructura para obtener una mejor calidad de vida.
Un lamentable accidente que ojalá no se repita, y que las lecciones que se puedan obtener de él sirvan a todos quienes viven en edificios o condominios sociales.
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