Hace algun tiempo me desempeñé como Contador de una comunidad de copropietarios.
Fue una buena experiencia, a pesar de los muchos cambios que introduje.
En primer lugar la contabilidad debe ser utilizada como un medio eficaz de información, tanto a los órganos de la administración como a los señores copropietarios.
A los órganos de la adminitración, pues a ellos les puede servir en su labor de gestión, y a los copropietarios les debe servir para visualizar que sus gastos comunes han sido invertidos de buena forma, en los conceptos que las leyes y/o que ellos mismos han definido.
He visto algunos informes contable y si bien es cierto los copropietarios no entienden mucho los informes por su carga técnica. Los mismos informes no hacen mucho para mejorar esa situación.
Me recuerdo que en los informes incorporaba una análisis porcentual de lo ingresos y gastos, pues es muy diferente analizar un informe solamente de pesos con otro que además le diga en forma porcentual como se generarón los ingresos y como se invirtieron.
También el informe lo utilizaba para que se informara porcentualmente la deuda de cada unidad, tratando que sirviera de incentivo para que todas las unidades tuvieran un porcentaje igual a cero en la nómina de deudores morosos.
Tanto sirvió este tipo de información que incluso varias unidades se encontraban en un momento pagando por anticipado sus gatos comunes.
Todos los contadores saben hacer un análisis financiero de los estados de resultados de las contabilidades que mantienen en sus carteras.
Esa misma experiencia deben traspasarla a los informes contables de las comunidades de copropietarios. Esa información les puede facilitar mucho la comprensión del destino de los valores de la comunidad, circunstancia que generalmente genera preocupación o deconfianza entre los copropietarios.
Lo mejor es la transparencia y la buena información.
martes, 24 de mayo de 2005
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