Ya ha terminado hace rato la bonanza respecto de los precios de nuestro cobre, los indices de crecimiento ya no son los mismos y todos los problemas de corrupción conocidos, generan desconfianza en la población.
Hago el comentario anterior, como una introducción a un escenario similar al ocurrido el 27 de Febrero de 2010, y la fortaleza que pueda tener el país para enfrentar una situación similar, francamente no estamos en las mismas condiciones, y no estamos mejor parados.
Es posible hacer una excepción, y es el trabajo que realizan -la mayor parte calladamente- muchas personas para enfrentar situaciones de emergencias.
Sin embargo ese trabajo es acotado, mucha veces a enfrentar la emergencia como es el caso de los incendios forestales y otras derechamente a busqueda y rescate, como es el caso de rescatistas, luego de terremotos.
Pero aún veo con preocupación, la falta de planificación para enfrentar situaciones de mas envergaduras que las conocidas y en los últimos años hemos tenido algunos casos como el incendio de Valparaíso y el Incendio de la Reserva Forestal China Muerta.
Se ha tenido algunas señales como el incendio en el relleno sanitario Santa Marta y la rotura de una tuberia en la Mina Los Bronces, que generó la evacuación preventiva de personas. Pero que pasaría si el incendio hubiera continuado o la rotura de una tuberia fuera el colapso de una piscina de relave.
En el norte del país se espera un terremoto de gran envergadura desde hace ya varios años, pero cuando ocurra, que sucederá con la población de Arica e Iquique, y en Valparaíso hace ya muchos años que no se genera un terremoto con epicentro frente a sus costas.
Y esas son algunas situaciones que deberemos enfrentar más temprano que tarde.
Sin embargo, también existe una situación que debiera preocupar al país como vecino.
Lima, Peru. Existe conciencia entre los cientificos que un sismo de gran magnitud debiera azotar en algún momento a Lima, causando un desastre mayor. Si llegado ese momento, nuestro país debiera estar preparado para poner a disposición del país del norte, una estructura eficaz y que pueda movilizarse en pocas horas.
Como digo, la situación no es la misma que en el año 2010 y enfrentados a circunstancias sinilares, solamente la fortaleza de espiritú, nos ayudará a salir adelante. Pero mucho serviría, si además, existiera una buena planificación, y legislación adecuada a momentos de emergencias.
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