Es indudable que llamó la atención la alerta de tsunami emitida en el día de ayer. La conoci prácticamente de inmediato desde el momento que fue emitida.
Lo que me llamó la atención fue el nerviosismo que produjo a pesar que la información sobre la llegada de las posibles olas estaba disponible, y las primeras en llegar a territorio nacional era a las 4.59 PM, y cuando se conoció ello era cerca del mediodia.
En Iquique se evacuaron Jardines Infantiles y los padres llegaron a buscarlos al lugar de encuentro, la zona segura.
Todo ello cerca de 5 horas antes que llegara la primera ola, que llegaría a la Isla de Pascua, y al continente cerca de 2 horas después, entonces ¿de que han servido los simulacros?.
A las personas que me consultaron, le señalé que la información era algo preliminar y que se debía esperar las siguientes informaciones pero que no había que ponerse nerviosos, pero lo cierto es que ante una situación real, las personas no responden en forma tan tranquila como en un simulacro.
En la noche conversé en forma telefonica con una persona que también se dedica a trabajar aspectos de emergencias y la verdad es que estaba preocupado por la reacción en Iquique, en donde hace pocos días se realizó incluso un simulacro nocturno.
Espero que a lo menos la situación sirva como experiencia para primero conocer la información y luego actuar y no hacer las cosas al reves. Si hubiera sido un sismo cercano, tal vez se debió evacuar, pero no era la situación.
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