Desafortunadamente, pasadas ya varias horas de ocurrido el terremoto y maremoto en Japón, las consecuencias lastimosamente se han convertido en una trágica realidad, y con seguridad ese mal resultado ira incrementándose con el pasar de las horas.
Ciertamente se solidariza con el dolor de los ciudadanos japoneses y se espera que la comunidad internacional pueda proporcionar toda la importante ayuda que va a necesitar ese país para tratar de volver a la normalidad, que en algunos aspectos va a demorar varios meses.
Los chilenos sabemos bastante bien de las consecuencias de sismos de la envergadura del terremoto y de los maremotos, y por ello comprendemos el dolor que debe aconjogar a millones de japoneses.
Reconforta si que luego de producido el desastre se haya visto a cientos de trabajadores evaluando los daños, lo que significa que estaban pensando ya en aminorar los daños y comenzar el camino de la normalidad.
Tambien es importante las imagenes de los miles de japoneses que enfrentaron con fortaleza el movimiento sismico sin que se vieran escenas de pánico, lo que tambien muestra su cultura sismica.
Pero en general lo importante es solidarizar con el pueblo japones., y esperar que los daños de vidas humanas y materiales no sigan aumentando.
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