La desaparición del avión de Malasia Airlines, los terremotos del norte de Chile, en Nueva Papúa Guinea de Nicaragua y de México, El incendio de Valparaíso, el hundimiento del transbordador en Coreo del Sur, con solamente los más destacados desastres ocurrido en éstos dos últimos meses, y en los cuales han perdido la vida unas mil personas.
Aún cuándo es materia de protección civil, deliberadamente no incluyo las situaciones y muertes que los atentados terroristas que tienen su origen en razones religiosas, políticas o independentistas, causan prácticamente todos los días en diferentes latitudes.
Si bien es cierto que todas esas situaciones no ocurren en un solo país, si es necesario entender que los gobiernos comunales, regionales o nacionales deben estar preparados adecuadamente para hacerles frente.
En nuestro país, sobre todo los gobiernos comunales, ya que sobre ellos recae la obligación de gestionar las situaciones de emergencias, al menos en el mando de coordinación, y son esas oficinas comunales de protección civil las que deben planificar los lugares en los cuales de reuinirá el COE, -por ejemplo- en cada oportunidad que sea necesario.
Mi experiencia me indica que en general ello no es así, y que mucha responsabilidad no se asume y se desliga en la Oficina Regional de Emergencia, que solamente es un ente asesor y coordinar, de acuerdo ello, al plan nacional de protección civil, que radica la responsabilidad en los municipios.
Pero en fin, ésta entrada es para hacer notar que los desastres son más comunes que lo que podamos pensar, y que cada día en algún lugar del planeta, se esta generando uno nuevo. Lo que molesta si, es ver a las autoridades señalar en cada oportunidad que el desastre no era posible preveer.
Si los lectores recuerdan, para el terremoto del año 2010, muchas autoridades de nivel superior indicaron que era un terremoto de una magnitud dificil de preveer, el incendio de Valparaíso, lo mismo, a pesar de la gran cantidad de estudios que han aparecido que indicaban lo contrario. Entiendo la explicación como una mala excusa para la falta de trabajo de planificación que en forma obligatoria debiera haberse llevado a cabo.
Esas explicaciones debieran estar prohibidas, al menos, en materias de protección civil. En Valparaíso no debió haber ocurrido el incendio de la semana pasada, pues en los últimos años, han sido muchos los incendios que indicaban que podría ocurrir algo similar. No se aprendió la lección.
El 17 de Enero pasado escribia en éste Blog, que esperaba que un gran incendio ocurrido en esos días hubiera sido el más importante de la temporada, claramente no lo fue. Ahora si que espero con toda la fuerza, que el incendio de la semana pasada si haya sido el más importante, no solamente de ésta temporada, sino que el de muchas futuras temporadas de Verano.
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