Sean mis primeras palabras de éste año 2013, para saludar y desear al mismo tiempo los mejores exitos a los lectores de mi Blog, muchas felicidades.
Hacia finales del año pasado, tuve que asistir en calidad de asesor, al representante de una empresa que debió concurrir a varias conciliación en la Inspección del Trabajo.
En el primer día (5 Conciliaciones, recomendé que a pesar de lo señalado en un primer momento por dicho representante ante la señora conciliadora) en mi calidad de Asesor aceptar el reclamo del trabajador y pagar lo que correspondía por ese reclamo. Lo mismo ocurrió luego con 4 reclamos de otros tantos trabajadores. El Acta de ésta comparecencia, se terminó con todos los casos aceptados y resueltos y sin multas.
El segundo dia (2 casos) se continuó el mismo procedimiento con el primero de ellos.
En la segunda ocasión, la señora conciliadora, haciendo uso de un abuso de autoridad no acepto mi presencia en la calidad de Asesor señalando en forma desagradable que en su oficina no se aceptaban Asesores.
Le hice presente que el manual de Conciliación de la propia Dirección del Trabajo dispone que no existe impedimento alguno en que asistan Asesores de las partes, pero ni así acepto mi presencia. Debi quedar en la sala de espera y dos Conciliadoras en las cuales estuve anteriormente me consultaron el porque no había ingresado a la Conciliación, al saber la respuesta quedaron extrañadas y solamente movieron la cabeza en señal de incredulidad.
Obviamente no quize llamar al Jefe de Oficina ni hacer presente el reclamo, para que -eventualmente- la Conciliadora en cuestión no fuera a sancionar a la empresa por la situación presentada. Es decir, debi aceptar de mala gana, su abuso de autoridad.
El tercer día no concurrí como Asesor para solamente un caso. Desafortunadamente quien concurrió representando a la empresa, el mismo todos los días, y a pesar de todo lo que le había explicado anteriormente, incluso realice hasta un simulacro de Conciliación, realizó una comparecencia desastrosa, y lo peor es que cree que lo hizo de manera perfecta.
En primer lugar no acepto dar curso al reclamo. Una materia controvertida que deberá a ir a juicio, pero que era posible obviar.
Lo peor es que no pagó en esa comparecencia los dineros que se habían ofrecido al trabajador en la carta de despido y que necesariamente debiera haber pagado a objeto de no incurrir en infracciones. Además no presentó el Contrato de Trabajo y solamente llevó una fotocopia de dicho documento, a pesar de tener el cargo de Gerente de Recursos Humanas, en otros casos anteriores, derechamente no llevó la documentación a pesar de mi reiterada recomendación, tuvo suerte de la buena voluntad de las señoras Conciliadoras..
Resultado, infracciones y multas por no presentar documentación, por no pagar remuneraciones y otros beneficios. Estimo que en multas será mucho más de 1 millón de pesos, casi lo mismo que estaba controvertido, pero además se deberá ir a juicio laboral con el ingente gasto de recursos y tiempo, además de las eventuales sanciones que pueda imponer el tribunal por el no pago de las remuneraciones y otros beneficios que, de todas formas se deben pagar.
De igual forma el trabajador terminó desfavorecido, pues la Conciliadora, señaló que el trabajador estaba reclamando en general, despido injustificado. Circunstancia que no corresponde y que a mi entender no era lo reclamado, sino solamente materias económicas. Ante el tribunal, no podrá probar que el despido es injustificado pues estan todas la pruebas para probar que la causal recurrida es efectiva, de hecho ninguno de los trabajadores anteriores reclamó sobre la causal invocada.
Escribo esta situación en atención a que los administradores, representantes de empresas y propietarios a quienes de alguna forma asesoramos en la confección de sus Reglamento Internos, deben conocer éstas materias laborales al momento de concurrir a Conciliaciones con sus ex trabajadores.
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