Hoy día luego del regreso de una trabajos que debí realizar en Santiago, al llegar a la casa me encuentro con la triste noticia que mataron al “Bobo”
¿Quién era el Bobo?
Un perro de muchos años que ya no tenía ni dientes. Era, en el centro de la ciudad, mas conocido que el “pan con chancho” y que cuando lo veía a uno movía cariñosamente la cola.
A veces, hasta lo acompañaba a uno.
En oportunidades se perdía más de una semana y luego de ello volvía flaco y con hambre.
A veces también volvía mordido o con secuelas de algún atropello.
En nuestra familia todos lo queríamos, en especial mi esposa, que lo sacaba a pasear, desde el departamento de la dueña, y también era querido por muchas otras personas.
Pero hoy día la dueña lo llevó a la veterinaria a la que llevamos –mi señora e hijos- a veces a nuestras mascotas y a otros perros y gatos para que le hagan curaciones.
No puedo creer que la dueña haya cometido ese crimen con el pobre “Bobo”.
Vino a avisar cerca del mediodía que lo había hecho “dormir” pues el “Bobo” había matado a un gato suyo.
Que saben los animales que eso no lo deben hacer.
Pero lo mato.
Además del dolor por la muerte del cariñosos “Bobo” que ya no se verá por las calles de Valparaíso, lo que mas molesta es que la dueña es una integrante de la Directiva de la Protectora de Animales de Valparaíso.
¿Cómo es posible que estas personas se encuentren en esos cargos?
¿Cómo es posible que lleven a cabo esas acciones tan repudiables conociendo –pienso- más que nadie como actúan los animales?
La Protectora de Animales de Valparaíso, debe saber de esta situación y la vamos a entregar a su Presidenta.
Creo que una persona que se encuentra en una organización de está naturaleza debe, más que las personas que no la integran, tener una percepción más comprensiva sobre la actuación de las mascotas, y aún cuando el “Bobo” le mato un gatito, nunca debió ella haber tomado justicia por sus propias manos y ordenar a la veterinaria su muerte.
Estoy enojado y triste pues el perro no merecía una muerte así.
Si las personas que leen estos comentarios quieren ayudar, les agradeceré que llamen al teléfono de la Protectora de Animales de Valparaíso 32-2259642 que se ubica en el cerro Merced, y que digan que una persona como la dueña del “Bobo” no puede pertenecer a esa Protectora y mucho menos a la Directiva de la Institución.
Allí saben quien es la dueña del “Bobo”.
Nadie tiene la facultad de hacerse justicia por su propia mano, menos con un animal tan manso como el pobre “Bobo” que me imagino siguió tranquilamente a su dueña, sin saber que ella lo estaba llevando a su muerte.
En ese momento ella debió haber sentido odio contra ese pobre animal –que era suyo y que dormía en su departamento- y lo mató.
¿Podría entonces seguir en la Directiva de la Protectora de Animales?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario