Lo sucedido en Japón nos entrega antecedentes de como actuar ante diferentes situaciones de emergencias, y aún más, cuando ellas se desarrollan en forma paralela.
En primer lugar el fuerte sismo, el mayor en cuánto a magnitud ocurrido en Japón, ya en si es una emergencia inmensa, y al parecer la edificiación de Japón resistió en buena forma, y las personas actuaron correctamente.
Luego el tsunami, situación que arrasó completamente varias ciudades y pueblos, y que generó miles de muertes y desaparecidos. Una emergencia que había sido prevista, pero no en cuánto a su magnitud.
En tercer lugar los acontecimientos que aún se están desarrollando en la central nuclear de Fukushima, y que ya ha sido catalogado con el riesgo más elevado que se tiene.
Una cuarta situación es el manejo de cadaveres, que al parecer ha sido manejada adecuadamente, sin ambargo aún quedan miles de ellos desaparecidos y que pueden ser generadores, potendialmente, de varias enfermedades. Se debe tener presente que son varios miles de personas las desaparecidas y por supuesto presuntamente fallecidos.
Una quinta situación es el desplazamiento de miles de personas a otras localidades, lo que origina en los lugares en donde van lllegar, tambien situaciones de emergencias, ya que muchas de esas personas deberán en primer momento llegar a algún albergue.
Esas miles de personas deberán comenzar practicamente de nuevo sus vidas, rehacerlas, y en un lugar distante de aquel en la cual están sus recuerdos, su historia, sus apegos.
Japón aún vive en una situación de emergencia, pensando en todas ellas como un todo, en los últimos días se han dejado sentir fuertes réplicas del terremoto principal, lo que puede en algún monento, incluso, agravar la situación nuclear.
Muchos libros, estudios, seminarios o conferencias se desarrollarán de los hechos ocurridos en Japón. De hecho en aquellos lugares en que se encuentran emplazadas plantas de energía nuclear, se han desarrollados o se van a desarrollar simulacros de actuación frente a un eventual accidente, y millones de personas han adoptado alguna decisión frente a la instalación y explotación de ellas.
Si algo bueno se puede extraer de estos infortunados hechos, es el acercamiento que se ha logrado en el sentido de hacer meditar a millones de personas respecto a la autoprotección, y a la preparación que se debe tener para hacer frente a situaciones tan tristes como las comentadas.
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